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Tu comida puede ser lo suficiente buena como para hablar y respaldar tu restaurante. Pero la buena comida no es nada sin un excelente servicio al cliente. Si no atiende adecuadamente este punto, podría costarle caro. En este post exponemos algunos consejos de servicio al cliente de restaurantes para ayudarlo a crecer.
Ideas para deleitar a tus comensales.
MIDE LAS EXPECTATIVAS DE LOS CLIENTES.
Los clientes esperan ser tratados de cierta manera cuando salen a comer. Pero esas expectativas varían según su vertical. Los clientes no esperarían un cubierto de plata en un fast-food, por ejemplo. Generalmente, sin embargo, los clientes simplemente esperan ser tratados con dignidad, obtener lo que pagaron y que cualquier problema se resuelva con rapidez, tacto y amabilidad. Así que considere su segmento de precio. Según este deberá capacitar al personal del restaurante, es importante recordarles cuáles son las expectativas de los huéspedes y hacerles conscientes del comportamiento que cumple con esas expectativas o las incumple.
FORME AL PERSONAL SOBRE LA ETIQUETA ADECUADA.
Para brindar un servicio al cliente de calidad, forme al personal del restaurante para que trate a los clientes de forma profesional. Hay una cierta etiqueta para servir mesas y administrar clientes. Incluso si el cliente no es consciente de estas «reglas», cumplirlas sirve para que el cliente se sienta bienvenido y cómodo. La etiqueta adecuada en un restaurante a menudo se reduce a la decencia y el respeto comunes, como tratar a los clientes con calidez y ser atento, no entrometido.
Sin embargo, es importante que conozcan las siguientes reglas de etiqueta. Estos son algunos ejemplos de buenas habilidades de servicio al cliente en restaurantes:
- No interrumpas una conversación para tomar pedidos o platos.
- No retire los platos hasta que todos hayan terminado.
- Traiga siempre los platos de todos al mismo tiempo.
- Sirva al invitado desde la izquierda con la mano izquierda, despeje desde la derecha con la mano derecha.
- Nunca le eches la culpa de un error a un colega, al chef o a lo ocupado que estés, solo acéptalo.
- Nunca toque el borde de un vaso.
- Nunca deje que una botella toque el vaso mientras se sirve.
- Nunca toques a un cliente.
- Nunca retires un plato lleno sin preguntar qué estaba mal.
DISTÍNGUETE Y HAZ QUE TE RECUERDEN.
Los pequeños detalles del servicio de atención al cliente son los que los clientes recuerdan y por los que vuelven. Son la guinda del pastel de servicio al cliente y una excelente manera para que los restaurantes se destaquen con su servicio al cliente. Así que piensa en lo que puedes ofrecer que tus competidores no ofrecen. Trate de ofrecer un aperitivo o una bebida con un bajo coste para regalar de forma gratuita cuando tus clientes tomen asiento por primera vez. Estas pequeñas acciones tienen una fuerte influencia en los futuros ingresos potenciales y en la retención de clientes.
Visita un restaurante de la competencia y observa de cerca su servicio al cliente. Informa siempre a parte de tu servicio de atención al cliente de lo que están o no están haciendo tus competidores. Pero recuerda, inspirarte, pero no copies.
RECOPILA DATOS DE TUS CLIENTES.
La tecnología moderna para restaurantes nos permite conocer a nuestros clientes mejor que nunca. Un buen punto de venta de restaurante te ayuda a recopilar datos que sirven para mejorar y personalizar el servicio al cliente.
Guarda las preferencias de los clientes, platos favoritos, bebidas o formas de pago.
Toma nota de su información sobre alérgenos para que no tengan que decírselo dos veces a los camareros.
Podrás realizar acciones de marketing por correo electrónico personalizado y recompénselos por su lealtad.
TRATA CON ELEGANCIA A LOS CLIENTES DIFÍCILES.
En los negocios de hostelería toca tratar con clientes difíciles a veces. Tratar con clientes difíciles es un poco como responder a una mala crítica, la forma en que tratas marca la diferencia. Igualar la ira de un cliente no hará nada para calmar sus preocupaciones o mejorar su impresión de tu restaurante. Es importante ser neutral al tratar con los clientes, y tratar de solucionar los problemas tanto como sea posible y ofrecer algún tipo de reconciliación. Una queja bien atendida puede ser un activo para tu negocio.