El acero inoxidable es el material habitual de los utensilios de cocina por todas las ventajas que ofrece frente a otros materiales.
Los utensilios fabricados en acero inoxidable son más fáciles de limpiar porque este material es muy resistente a la suciedad, puesto que impide que se adhiera fácilmente a su superficie.
El acero es muy resistente a la corrosión, es muy resistente a los efectos ambientales, como pueden ser el aire o el agua.
Es un material extremadamente higiénico, muy resistente y de larga duración lo cual lo hace ideal para su uso en hostelería.
Además de todo esto es un material perfecto para uso alimenticio.
Es muy importante saber como debes cuidar tus utensilios de acero inoxidable para su correcto mantenimiento. Aquí te dejamos algunos consejos para ello.
- Limpia con frecuencia para evitar la acumulación de manchas duras y resistentes.
- No utilizar estropajos metálicos o abrasivos. Se recomienda estropajos de plástico.
- Lávalos con productos no abrasivos. Utiliza jabones suaves o bien comprueba que tu gel sea adecuado para este material. Use preferentemente limpiadores alcalinos, clorados alcalinos o que no contengan cloruro. Productos que contengan cloruros como sales o desinfectantes o productos ácidos pueden dañar el acero inoxidable.
- Si el agua corriente suministrada es rica en cloruro se recomienda tratar el agua, o instalar descalcificadoras.
Para limpiar las manchas más difíciles necesitamos aplicar desengrasantes. Para este tipo de suciedad nuestros depósitos desengrasantes son una solución ideal. Aportan higiene, desinfección y eliminan las bacterias. Trabajan a una temperatura constante y junto al jabón desengrasante DK6 acaban con la suciedad más incrustada de todo tipo de utensilios de las cocinas (filtros, bandejas, sartenes, cacerolas…).
Siguiendo estos consejos te asegurarás que tus utensilios de cocina se conserven en perfectas condiciones para acompañarte en tu trayectoria hostelera!